Los trastornos alimenticios en niños, son desórdenes o problemas de la conducta alimentaria en el niño.
Estos trastornos suelen tener gran impacto en la salud y desarrollo del niño, pueden causar retardo del crecimiento, desnutrición e incluso la muerte.
Hay ciertos trastornos alimenticios que están muy relacionados y sujetos a los hábitos del niño, por lo que en algún momento pudieran resultar fáciles de mejorar.
Sin embargo, no deben ser ignorados ni dejar el tratamiento a la suerte.
Trastornos alimenticios en niños
Son más comunes de lo que se cree y afectan sobre todo a los niños menores de 12 años, los adolescentes y los adultos jóvenes (de 18 a 25 años).
La desnutrición, la anorexia y la bulimia se encuentran entre los principales trastornos alimenticios en niños.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) en 2016, a nivel mundial, 155 millones de niños menores de 5 años sufrían retraso del crecimiento y 52 millones presentaban un peso bajo para su talla debido a la malnutrición.
Son pocos los niños que reciben alimentación complementaria segura y adecuada desde el punto de vista nutricional; en muchos países, menos de un cuarto de los niños de 6 a 23 meses cumplen los criterios de frecuencia de las comidas apropiados para su edad.
¿Cómo identificar los trastornos alimenticios en los niños?
Cada trastorno alimenticio tiene sus propias especificaciones, sin embargo, comparten ciertas generalidades. Son señales de alerta de que el niño está acercándose a un trastorno del tipo alimenticio.
Si el niño presenta una o varias de estas señales, entonces debemos estudiar más a fondo la situación, ya que puede padecer un trastorno alimenticio.
- Baja de peso de forma anormal, o su crecimiento no es el correcto.
- Si rechaza ciertos alimentos que antes consumía o se niega a comer definitivamente.
- Cuando baja el rendimiento académico o tiene problemas de conducta en el centro de estudio.
- No quiere sentarse a comer con la familia
- Los alimentos le aburren o provocan nauseas
- Piel seca
- Estreñimiento constante.
- Vómitos
- Ingesta selectiva (solo come un tipo de alimento)
Muchas veces, todo se genera dentro del hogar. Las discusiones, divorcios, peleas y poca atención al niño provocarán ansiedad por separación, problemas emocionales y otras muchas dificultades que pueden manifestarse en la conducta alimentaria.
Entonces, si tienes la sospecha de que tu niño/niña está padeciendo un trastorno alimenticio, lo siguiente es determinar cómo lidiar con los trastornos alimenticios en niños.
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5 maneras de lidiar con los trastornos alimenticios en niños.
1 Lo primero es acudir al médico
Este realizará una evaluación completa de la salud del niño y determinará si realmente existe un trastorno alimenticio.
Consulta con un especialista y realiza todas las pruebas de lugar para determinar si sufre alguna patología
2-En segundo lugar, debemos eliminar las distracciones
En ciertos casos cuando el niño no come, o no come los suficiente es porque suele estar distraído. Ya sea con juguetes, la televisión o cualquier otra cosa. Hacer que el niño enfoque su atención en ingerir los alimentos que tiene delante suele ser de gran ayuda.
3-Por otro lado, no comer puede ser un llamado de atención.
Hay niños que usan este mecanismo como una forma de llamar nuestra atención. Si a lo largo del día solamente se la prestamos en el momento de la comida puede ser que usen este momento para hacerse sentir. En estos casos es normal que lo quieran alargar.
En este caso saca otros momentos para estar con el niño, jugar, hablar y realizar actividades, observar si su conducta hacía la comida cambia.
4- ¿Qué tal un suplemento vitamínico?
En la regularidad muchos niños no sufren un trastorno alimenticio, sino que simplemente pasan de comer adecuadamente. Para esos casos puedes apoyarte en suplementos vitamínicos que le provea los nutrientes necesarios y que a la vez estimule su apetito.
En el mercado hay una gran variedad, sin embargo, Gelnorex es un suplemento vitamínico indicado para prevenir estados de malnutrición por falta de apetito en las niñas y niños, así como disminuir los factores de riesgo asociados a enfermedades del sistema nervioso central por deficiencia de vitaminas B1, B2, B6 y B12.
Es un jarabe de sabor agradable e incluye otros componentes que contribuyen al incremento del apetito y la regeneración celular lo que permite su uso en infantes para un mejor desarrollo corporal.
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5- Aplicar disciplina
Los niños tienden a probar nuestros límites como padres. Si el niño fue evaluado por un profesional de la salud que descarta cualquier patología a nivel físico-mental y si como padres estamos brindando el acompañamiento necesario. entonces hay que ponernos un poco firmes.
Cuando el niño, de primeras, rechaza un alimento y se lo quitamos, estamos reforzando que lo vuelva a rechazar, es decir, potenciamos que no le guste. Por ello, es tan importante que nosotros también comamos de todo. De esta forma, nuestro hijo verá que todo es «agradable» y podrá imitar nuestra conducta.
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Es importantísimo prestar suficiente atención al comportamiento de los niños, ya que suelen dar señales tempranas de cualquier trastorno alimenticio.
Estar siempre alertas es la mejor manera de apoyarlos.
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