Son muchas las veces que sufrimos un dolor lumbar y no sabemos diferenciar si está asociado a algún problema de riñón. Tanto el dolor de espalda como el de riñones suelen manifestarse en la parte baja de la espalda, razón por la que es difícil diferenciarlos.
Hay muchos factores que nos ayudan a diferenciar un dolor de otro. A continuación te ayudaremos a entenderlos.
El dolor de riñón no se extiende a ningún lado, sino que permanece en un mismo lugar, mientras que el dolor de espalda o lumbar puede extenderse por distintas zonas.
Desde una mala postura , cargar algo pesado, hacer actividades físicas como deportes o baile, sin antes calentar, pueden presentar un dolor de espalda. Al menos un 90% de las personas experimenta dolor lumbar en su vida.
Si tienes algún problema en tus riñones también puedes experimentar estos síntomas:
Fiebre y escalofríos.
Náuseas y vómitos.
Orina oscura o turbia.
Necesidad urgente de orinar.
Dolor al orinar.
Una infección reciente en tu vejiga.
Sangre en tu orina (esto puede suceder con una infección o cálculos renales).
Cálculos renales pequeños que parecen arena en tu orina.
Es de suma importancia saber identificar las diferencias entre un dolor y otro. Cabe resaltar que el dolor lumbar puede requerir tratamiento específico al igual que el dolor de riñón.
La pirosis es lo que conocemos también como acidez, es una sensación de quemazón, ardor o dolor punzante que se percibe debajo del esternón. Se debe al reflujo del contenido gástrico y con frecuencia puede ascender por el esófago.
El reflujo gastroesofágico es un problema de salud a nivel mundial, que afecta a un 10-20% de la población general, por lo que muchos hemos sufrido este problema al menos 1 vez a la semana.
Causas
La acidez estomacal puede tener causas que no estén relacionadas directamente con alguna enfermedad. Por ejemplo, la ingesta de alcohol, comer en demasía, usar ropa apretada o ingerir comida con picante.
Antes de comentarte sobre esas formas de aliviar la pirosis es importante saber: ¿Por qué la comida retrocede a nuestro esófago?
Esto sucede cuando el músculo que conecta con nuestro esófago ( el esfínter esofágico) se relaja en un momento no indicado. Haciendo que, lo que hemos comido retroceda y nos cause acidez.
Nuestra digestión empieza desde que introducimos alimentos a nuestra boca y empezamos a masticar. No masticar bien los alimentos puede tener muchas desventajas como por ejemplo, aumento de gases y dificultad para disolver los alimentos. Lo ideal es masticar cada bocado de 10-40 veces.
Mientras más grandes sean los bocados, más difícil será de masticar y ahí es donde viene el problema con nuestra digestión y problemas de acidez.
2- Evita alimentos irritantes
Sabemos que este tipo de alimentos son los más comunes y que solemos ingerir con más frecuencia , pero si deseas controlar esos molestosos niveles de pirosis en tu estómago, será mejor que evites en la mayor medida posible alimentos como: salsas picantes, bebidas gaseosas, café, cítricos y fritos (comida frita con grasa).
Alimentos como el pepino, el guineo, la avena y la papa te ayudan a reducir problemas de acidez estomacal.
3- No se acueste después de comer
Acostarse después de comer causa acidez estomacal, debido a que, al acostarnos poseemos una postura de inclinación y el ácido del estómago regresa hacia el esófago.
Lo recomendable es comer de 2 a 3 horas antes de acostarte.
4- Tome suplementos con bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio reacciona con los ácidos gástricos y libera dióxido de carbono, lo cual contribuye a incrementar el pH en el estómago y reducir la acidez estomacal, así como los efectos provocados por el reflujo gástrico (hernia hiatal).
Tomar suplementos minerales comoNORMOX una formulación de bicarbonato de sodio en cápsulas que garantiza una rápida absorción para aliviar las molestias causadas por una excesiva acidez estomacal, el reflujo gástrico o una digestión lenta, es una de las 4 formas que te recomendamos para acabar con esas molestias.
A diario consumimos alimentos que nos encantan. Hacemos una ingesta excesiva de los mismos, lo cual no representa algo bueno para nuestra digestión. Recuerda elegir alimentos y bebidas que tengan riesgos muy bajos de producir reflujo gástrico y que desaten la no deseada pirosis.
La mejor bebida para reducir la pirosis, es el agua.